¿A leer?, la naturaleza, el ambiente nuestra madre, nuestro
padre, el árbol que se encontraba en la casa de mi abuela materna, el gato del
vecino, mi hermana, mi prima menor, mi prima mayor cuando jugábamos a ser
maestras.
Se aprende a leer cuando escuchamos y
reconocemos las cosas, cuando tu madre te explica y te dice que ave es el que
canta por la mañana, la fruta que se encontraba en la mesa, la pasta que
preparaban a la hora del almuerzo, los nombres de los primos y tíos, los
colores del arcoíris, el olor a tierra mojada. A leer la emociones, el miedo,
el amor, el dolor, la alegría, la risa, el llanto.
A leer la naturaleza, el árbol, las
flores, el cacao, los animales. Leer la comida, el café, la leche de vaca, la
pasta, el pabellón, el dulce de lechosa. Después viene la enseñanza de leer la
escritura, y descubrimos la escritura en mundos de papel, historia, cuentos,
fabulas, poemas, vida de personas que lucharon por un país o por ellos mismo, que
lucharon por amor, leer cartas que viajan alrededor del mundo.
¿A
oler?, mi madre, la primera vez que me abrazo, su olor de madre, mi padre
cuando me abrazaba, mi hermana cuando me acompañaba y jugaba conmigo, la
naturaleza, las flores, la comida, el perfumé de mi tía.
¿Comer?,
el hambre y el instinto como ser humano, pero el ¿saborear? me lo enseñó mis abuelas y mi madre, cuando servían las
arepas, las sopas, los jugos, y los dulces caseros, me enseñaron a saborear
cada uno de los ingredientes. Mis amigos también me enseñaron apreciar un
desayuno, un café por la mañana y en la tarde con una charla, un pan, un helado
con ese ser especial, hasta la mitad de una galleta por probar.
¿El
tocar?; Eso me lo enseño mi familia, cuando mostraban sus afectos, los
abrazos. Las ganas de saber y conocer cada cosa que me rodeaba. El árbol de
aguacate, el de coco, el gato de mi abuelo y el perro de mi abuela, las
gallinas de mi tía, tocar la cara de mi padre, las manos de mi madre y el
cabello de mi hermana cuando la peinaba.
¿El
observa? La primera vez que vi a mi madre, no lo recuerdo, pero sé que la
miraba como un ser grande y único, aun la veo así. Al mirarla puedo ver que
ella es alta, trigueña, mas blanca que negra, cabello corto, gordita, pero al
observar, ella es fuerte por fuera, pero en ocasiones se derrumba, ama a sus
hijas, adora a sus hermanos, quiere al padre de sus hijas y ama con todas sus
fuerza a su nieto. Al observar veras que es alegre y terca, amargada y
graciosa, con carácter, pero blanda. Eso es observar
¿Oír?
Es cuando hablas con alguien, pero en si no escuchas, no sabes lo que te dicen,
de que habla. La primera vez que oímos, es cuando nuestro padres nos llaman,
pero por reflejo, pero cuando escuchamos comprendemos muchas cosas, como el
amor la tristeza, la molestia, y la alegría.
¿Quién
nos enseña a escuchar? Nuestros padres, al hablarnos con amor, al
explicarnos que es cada cosa. La naturaleza, nuestro ambiente por sus sonidos
envolvente, por sus cantos.
La primera vez que escuche, fue cuando
llegue tarde a casa y no avise que llegaría tarde. Cuando llegue a mi casa, mi
madre me esperaba, ella me hablo con carácter, pero lo que escuche fue su
preocupación su angustia y su temor por mí, escuché su gran alivio por ver que
me encontraba bien. Ese día escuche los sentimientos.
¿Amar?,
amar de diferentes formas, el primer amor fue mi padre y mi madre, aun los
amos, el segundo mi hermana por protegerme, aprendí amar gracias a ellos, apreciar
a mis amigas y amigos, las locuras de ellos hacen que los quiera y los ame cada
día más. A mis primos por su amor condicional, pero todavía me falta amar.
¿Estudiar?
La vida, las ganas de saber, conocer y aprender, mi madre para que me superara
cada día, a mi padre para que conociera lo que más me intrigaba por conocer.
Pero mis maestros y profesores fueron los que me enseñaron el arte de estudiar,
de comprender lecturas, como investigar, ellos me enseñaron y me guiaron a las
técnicas de estudios, valorar y apreciar las profesiones. Pero estudiar no
significa nada más conocer materias profesionales, si no estudiar a un ser
humano, a los animales, la naturaleza, incluso a uno mismo. Eso lo aprendemos
nosotros mismo con el pasar de los años.
¿Ser
madre y padres? Esto no lo podría responder, no soy madre, aún... Pero soy
tía, hermana e hija, y eso no te lo enseña, eso lo aprendes con el pasar de la
vida, y depende, porque en esta vida nada es perfecto y ser tía, hermana e hija
es algo diferente en cada persona, lo que sé es que hay que vivir la vida con
los seres queridos y observar cómo surge cada situación, ser una como es.
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